sábado, 6 de mayo de 2017

#TheLostCityofZ Review!



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La película vive o muere en su actor principal, y Charlie Hunnam hizo un trabajo muy impresionante en el papel. Es muy simpático, encantador, y se siente muy humano. Su carácter está escrito de forma realista, ya que su ambición de ser la primera persona en encontrar la ciudad perdida no lo hace completamente ciego a su familia. La mayoría de las películas escribirían a esta persona como un marido que la quiere en un primer momento, a continuación, hacer de manera espectacular lo encienda a su familia. La historia de la familia de Percy obtiene la cantidad perfecta de atención en comparación con la historia de aventura. Hablando de familia, Sianna Miller es tan grande como la mujer que cuida de su familia y que quiere lo mejor para su marido. Miller y Hunnam comparten alguna gran química entre sí. Sin embargo, el actor que más me sorprendió fue Robert Pattinson. No lo reconocí al principio, cuando se introdujo en su papel. Literalmente, no fue hasta que pasaron diez minutos después de ser Henry cuando me di cuenta de que era Pattinson en el papel. Realmente me sorprendió y se convirtió en uno de los mejores personajes de la película. Por último, no voy a decir como interpreta Tom Holland, pero puedo decir que es bueno en el papel. Su carácter no se utilizó suficiente, pero el actor fue capaz de impulsar el personaje con su actuación.


Leed todo en la Fuente | @collindelade
Traducción Nani Pattinsonworld


ABC Cine - Z. La ciudad perdida (***): El hombre que llegó hasta el portón de El Dorado




James Gray encuentra un equilibrio perfecto entre el cine de aventuras, la fascinación poética y descriptiva y la crónica humana y familiar.

La historia real del coronel Percival Harrison Fawcett, explorador británico, cartógrafo y obsesionado con la leyenda de la ciudad perdida en la selva amazónica que él llamaba Z y que se conoce como El Dorado, encuentra en un director como James Gray un equilibrio perfecto entre el cine de aventuras, la fascinación poética y descriptiva y la crónica humana y familiar de un hombre que sacrificó sus relaciones (en especial las paternofiliales ) detrás de una quimera. James Gray es un cineasta de enorme envergadura y músculo, tanto en el trato de los sentimientos («Two lovers») como en el suspense y en la maquinación argumental («La noche es nuestra») y trama aquí una ficción sobre la trayectoria biográfica del personaje con el aroma romántico del relato epistolar, subrayando con igual intensidad la presencia del explorador en ese mundo hostil e hipnótico y la ausencia en su territorio familiar, junto a su mujer y sus hijos. La película acentúa su doble sacrificio: estar donde nadie iría y no estar donde cualquiera estaría. Ése es el personaje.

James Gray evita también el doble «peligro» que pide esta historia: se aleja del encanto peliculero de Indiana Jones y regatea el síndrome Lope de Aguirre: no hay espectáculo ni locura en la empresa de Percy Fawcett, sino curiosidad intelectual y ambición científica. También hay una extraña ambición en Gray al abarcar todas las expediciones que hizo Fawcett al inexplorado mundo amazónico, con grandes bloques y grandes elipsis que «arrugan» todos los años dedicados por este hombre a su idea de encontrar una civilización avanzada en los confines de la selva, mientras que su familia vivía y crecía a los márgenes de su epopeya. Probablemente hubiera sido más «cinematográfico» centrarse en cualquiera de esas expediciones, pero no estaría en ella toda la complejidad del personaje.

Filmada, narrada e interpretada con enorme elegancia, con el mismo olfato para encontrar el suspense, la reflexión, la admiración, la reconciliación y la incógnita, y con ese atractivo elogio al rastreo de las ciudades y las causas perdidas.

ABC cine